En torno a la foto fija que representa al Presidente Suárez, sentado en su escaño, al General Gutiérrez Mellado increpando a los guardias civiles rebeldes y al líder comunista Santiago Carrillo (no visible en la imagen), también impasible, mientras resuenan los disparos al aire y mientras el resto de parlamentarios se agazapan entre sus asientos, el autor trata de poner la mirada en esos dos líderes que representan a la España franquista y a la oposición antifranquista, que supieron entender que sin reconciliación no habría democracia. Una democracia que surge sumida en multitud de dificultades y con un Ejército vigilante y garante de los principios franquistas que, finalmente, inició un golpe de estado, que trataba de poner fin o limitar la naciente democracia, pero que paradójicamente acabará por fortalecerla.
Os la recomiendo encarecidamente.
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