El rapto de Proserpina me parece excepcional. Se basa
en un mito maravilloso y trágico. Cupido lanza una flecha de amor a Plutón, el
dios del inframundo, que sale a la superficie tras la explosión del Etna y loco
de lujuria rapta a una joven Proserpina sorprendida y que se resiste. Ésta,
finalmente, se verá obligada a vivir con Plutón durante seis meses al año a
cambio de poder visitar a su madre, Ceres, el resto del año, época en la que al
regresar Proserpina florece la vida, la primavera y el verano.
Pero, la bella historia del rapto de Proserpina queda
eclipsada con la belleza de la obra de Bernini, su tratamiento del mármol al
que da dota de un realismo casi carnal, la capacidad de representar con un
único material, el mármol, de difícil factura, diferentes texturas es una de
las maestrías de este gran artista del Barroco. Bernini nos presenta a un
Plutón, de cuerpo musculoso y fuerte, frente a una Proserpina de piel delicada
y carnes blandas. Excepcional obra de arte, que representa las características típicas
del Barroco: movimiento, líneas curvas, belleza clásica y obra para ser
contemplada desde diferentes puntos de vista.
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