No
creo que nadie haya logrado llegar tan directamente al espectador como
Francisco de Goya en sus pinturas negras. En ellas se reflejan el dolor, el
miedo, los temores y las pesadillas de toda la humanidad a través del
oscurecimiento de su paleta, de expresiones macabras y de escenas dramáticas y
angustiosas.
Goya es de esos artistas a los
que la adversidad ayudó a sacar de su interior la genialidad. Se adelantó a los
impresionistas, con esas manchas de color, a los expresionistas, usando el
color y las expresiones y gestos como modo de transmitir su mundo interior y a
los surrealistas como medio de expresar el mundo de los sueños y sus pesadillas
más íntimas.
Genial. Único. No hay otras
palabras con las que pueda calificarse a Goya. Su vida fue una larga evolución
artística y todo, desde sus escenas costumbristas alegres y coloristas; a sus
retratos ácidos, críticos y reveladores de sus sentimientos hacia el retratado;
a sus episodios históricos llenos de dolor, dramatismo y reflejo del heroísmo
anónimo del pueblo: a sus aguafuertes lúcidos y mordaces… nos presentan a un
pintor excepcional, pero las pinturas negras son el colofón grandioso a su
obra.
¿Conoces el Museo del Prado? Durante el mes de abril estará realizando una subasta de obras de diferentes artistas del siglo XXI como Gabino Amaya Cacho, Joaquín Agrasot y Francés Agramunt, además de muchos otros. Está cordialmente invitado a participar y visitar las instalaciones, la entrada es completamente libre. ¡Saludos!
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