Hombre de familia hidalga y con algunas letras, se embarcó hacia el Nuevo Mundo en 1527 en una expedición dirigida por Pánfilo de Narváez que tenía por finalidad la conquista de Florida y la búsqueda de oro. La expedición desde el principio resultó difícil, pues sufrieron la pérdida de algunos barcos a causa de las tormentas. Dicha expedición, con de unos 300 hombres, llegó a Florida en 1528, y de allí se dirigieron por tierra hacia México. Fueron muriendo muchos de los integrantes de este grupo, por lo que Álvar Núñez Cabeza de Vaca se convirtió en jefe de estos conquistadores. Fue capturado por los indígenas y pasó de seis años de cautiverio, sobreviviendo como curandero él y otros tres expedicionarios, así hasta que son encontrados por un grupo de exploradores españoles en un poblado a orillas del río Sinaloa en México. Durante este tiempo, recorrieron el sudoeste estadounidense y norte de México. Regresó a España en 1537, no sin algún sobresalto en su vuelta a la Península, ya que sufrió el ataque de corsarios franceses y estuvieron a punto de terminar en el fondo de los mares. En España, permanecerá poco tiempo, lo justo para escribir una interesante narración histórica titulada “Naufragios”, que se publicaría en 1542, donde plasma sus aventuras y sus observaciones sobre las poblaciones indígenas conocidas en su periplo.
Su afán de aventura le hace viajar de nuevo a América, consigue ser nombrado Gobernador del Virreinato del Río de la Plata y en diciembre de 1540 se dirige hacia allí. Sufrirá un nuevo naufragio y se enfrentará a diversos ataques indígenas. Entre 1541 y 1542 dirige la expedición que recorrió el sur de lo que es hoy Brasil hasta Asunción, en la que descubrió las Cataratas del Iguazú.
En 1544 será apresado por un grupo de colonos españoles y será enviado a España bajo arresto por oponerse al uso de tanta barbarie hacia los indios. Se le destierra a Orán (África), donde permanecerá doce años hasta que obtuvo el perdón por parte de Felipe II. Escribió una nueva obra, donde informa de su actuación en el Virreinato de la Plata, la “Relación General”. Será nombrado Presidente del Tribunal Supremo de Sevilla hasta que, finalmente, tomó los hábitos y se radicó en un monasterio sevillano. Falleció en Sevilla hacia 1560.
Una vida que más parece un extraordinario guión de cine para una película de aventuras al más puro estilo holiwodiense. Anímense los directores de cine españoles, aquí tienen una gran historia de acción.
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