Dicen que, cuando Howard Carter
descubrió la tumba de Tutankamón, una extraña maldición afectó a
muchos de los
miembros y allegados de su expedición que murieron en poco tiempo. Hay quien
lo achaca a la maldición que aparecía sobre una tablilla en la puerta de la
tumba del faraón que rezaba así: “La muerte golpeará con sus alas a aquel que
perturbe el descanso del faraón”. Estas maldiciones eran frecuentes en las
tumbas de los grandes personajes egipcios. Otros, prefieren creer que fue fruto
de una serie de casualidades fortuitas y, como ejemplo, señalan que el propio
Carter no sufrió ningún contratiempo mortal e incluso niegan la existencia de dicha tablilla; pero, ¿qué prefieres pensar tú?
Investiga en:
http://sobreleyendas.com/2008/07/20/la-maldicion-de-tutankamon/
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